Loretta Baldassar analiza el significado de las visitas de los emigrantes a su país de origen (return visits, visits home) como momento significativo del proceso migratorio útil para el estudio de la relación territorio-identidad. Basándose en el análisis de las visitas de regreso realizadas por la primera, segunda y tercera generación de emigrantes residentes en Australia y procedentes de una pequeña ciudad del noreste de Italia, llega a la conclusión de que para la primera generación de emigrantes, la visita a su país de origen representa a menudo un momento de renovación espiritual, mientras que para la segunda y las generaciones posteriores, la visita se vive como un rito de paso que lleva a una transformación de la propia identidad. Los datos etnográficos que presenta sirven para discutir la noción de identidades de-territorializadas, según las corrientes postmodernas; al mismo tiempo, estos datos sirven para hacer comprender que es posible construirse un sentido de identidad a través de la emigración, identidad que se gesta entre el país de origen y el de adopción.
El ensayo de Fabio Bertonha propone una reflexión sobre los emigrantes como factor de política exterior en la Italia del período fascista. El autor analiza detalladamente los diferentes momentos de la simbiosis entre la política exterior y emigratoria del régimen y los éxitos y fracasos que el uso de este mecanismo de proyección de poder e influencia causaron en la Italia de Mussolini. El análisis comprende, especialmente, la relación entre la conquista de los italianos en el extranjero y otros aspectos centrales de la «diplomacia subversiva» de Mussolini, es decir, el contacto con los movimientos fascistas en el extranjero, las iniciativas de propaganda y los intentos de subversión del orden en distintos países.
Danilo Romeo examina la reciente aparición de la perspectiva transnacional dentro del debate sobre los estudios migratorios. Este planteamiento, reconduciendo los fenómenos migratorios a las dinámicas de la economía capitalista global, auspicia una evolución del concepto de inmigración que se adapte mejor a una internacionalización de las historiografías nacionales y a una perspectiva de historia mundial o global. Partiendo de estas premisas, algunos historiadores italianos e ítaloamericanos han empezado a interpretar la migración italiana desde un punto de vista que, alejándose de las historiografías nacionales individuales, y también de los conceptos de asimilación y pluralismo, conduzca al estudio de una posible diáspora italiana.